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Reinventate con Neuroplasticidad

El cerebro es uno de los órganos más complejos y más estudiados; contiene unos 11 billones de células nerviosas especializadas, capaces de recibir, procesar y transmitir las señales de las que dependen todas las sensaciones, acciones, pensamientos y emociones que vivimos y sentimos todos los días.

Si últimamente tu memoria, atención y en general el funcionamiento de tu mente han cambiado y no sabes que hacer para sentirte tú otra vez, quédate, te vamos a contar de la capacidad de tu cerebro de cambiar, así como lo lees, tu cerebro puede adaptarse y crear nuevos caminos.

La neuroplasticidad se define como la ciencia de cómo el cerebro cambia su estructura y función en respuesta a la información que recibe. A diferencia de cualquier otro órgano como el corazón o el hígado puede adaptarse según las experiencias que cada persona viva, buenas o malas. Para lograr esta adaptación debe de recibir estímulos constantes, es decir, tienes que desafiarlo dándole tareas nuevas para así provocar cambios en la red neuronal. Aprender un idioma o tocar un nuevo instrumento pueden lograr neuroplasticidad.

Cuando nacemos somos una red de conexiones que no puede hacer mucho y através de la experiencia, a lo que tus papás te exponen, tus relaciones, los viajes que haces y los lenguajes que aprendes el sistema nervioso se adapta, es decir, se personaliza a lo que vives. Existen partes del sistema nervioso que no están diseñadas para ser plásticas, es decir, poco probable que cambien. Esos circuitos incluyen las que controlan los latidos del corazón, la respiración y la digestión.

Otros aspectos de nuestro sistema nervioso son en realidad bastante fáciles de cambiar, durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta joven podemos aprender a través de una experiencia casi pasiva, no tenemos que concentrarnos demasiado. El cerebro joven es una máquina de plasticidad, pero alrededor de los 25 años todo cambia, si queremos cambiar esas conexiones, esas súper autopistas de conectividad, tenemos que involucrarnos en algunos procesos muy específicos. No puedes simplemente decidir cambiar tu cerebro, tienes que seguir una serie de pasos para cambiar tu estado interno de manera que te permitan cambiarlo.

Los seres humanos tenemos la capacidad de reinventarnos, a la mayoría de nosotros nos enseñaron que al llegar a la vida adulta no podemos modificar gran cosa y mucho menos hablando de neuronas. Investigaciones recientes han demostrado que existen técnicas que podemos aplicar para poner en acción la neuroplasticidad. Te dejamos algunas formas fáciles y cotidianas que hacen que tu cerebro se adapte.

  • Platicar con alguien nuevo, por fácil que parezca entablar una conversación con una persona nueva de temas nuevos puede ser intelectualmente exigente. Por ejemplo, si llevas tu coche al taller podrías platicar con el mecánico a cargo de solucionar lo que este mal y el que te cuente del motor o de partes del coche hará que tu cerebro haga nuevas conexiones.
  • Mirar con ojos nuevos, el ejemplo más fácil para entender esto es que cuando somos estudiantes nos sentamos en el mismo lugar todos los días, el cambiar de lado va a hacer que nuestros ojos se tengan que dirigir hacia otro lado. Cambiar la dirección de cómo ven nuestros ojos van a estimular partes diferentes del cerebro y circuitos neuronales cada que hagamos el cambio. Movernos de lugar en casa, sentarnos en diferentes lugares de la mesa al comer, no ver la televisión en el mismo lugar y en el estacionamiento de tu trabajo cambiar de lugar.
  • Utilizar la mano no dominante, te hará sentirte muy inseguro y te sacara de tu zona de confort lo cual es muy estimulante para tu cerebro y lo ayuda a hacerse más plástico. Si eres diestro comienza a usar tu mano izquierda y viceversa, seguro los primeros días se te complicara un poco pero conforme pasen los días ni lo notaras y lo harás de forma natural. Puedes comenzar a lavarte los dientes o comer con la mano no dominante todos los días.
  • Lo que no se usa se pierde, al ser jóvenes aprendemos cosas nuevas como deportes o un idioma nuevo; al crecer comenzamos a dejar de poner en práctica lo que aprendimos. Es equivocado pensar que mientras más grandes seamos menos cosas podemos aprender, para mantener las conexiones de nuestro cerebro vivas y evitar que se "poden" debemos poner en práctica actividades nuevas y las que ya conocemos. Nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento o un lenguaje.
  • Actividad física, no es necesario que te inscribas en un gimnasio con que salgas a caminar puedes estimular a crear nuevas conexiones. Moverte puede estimular ciertas áreas del cerebro, sobre todo un factor de crecimiento llamado BDNF (factor de crecimiento derivado del cerebro) que favorece el desarrollo de nuevas conexiones entre las células del sistema nervioso; este puede incrementar y mejorar nuestra memoria.
  • Caminos nuevos, por naturaleza los seres humanos creamos una rutina y es normal que cuando vayas al trabajo o dejes a tus hijos en la escuela tomes el mismo camino. Ir por otra ruta genera una incomodidad y un reto para nuestro cerebro lo que hará que se creen nuevos caminos y conexiones dentro del cerebro.
  • Agradecer, el pensar todos los días en que agradecemos nuestro día o de nuestra vida en general junto con meditación de unos 10 a 15 minutos puede crear nuevos caminos en nuestro sistema nervioso. No es necesario que sea un experto en meditación con que cierres tus ojos y conectes contigo mismo y si es posible con la naturaleza te traerá grandes beneficios a nivel neuronal y en manejar el estrés.

Estas son sólo algunas opciones, hay muchas maneras de lograr la neuroplasticidad pero creemos que son los importantes para comenzar. Aparte de aplicar lo anterior, existen técnicas específicas dirigidas a desarrollar la neuroplasticidad y se ha visto que son eficaces cuando se sostienen sobre hábitos de vida saludables, algunas son Brain Training y Neurofeedback. La neuroplasticidad no está definida por la genética pero si por el estilo de vida que llevamos, la alimentación, la actividad física, el descanso y la gestión del estrés van a desarrollarla.

El neurofeedback permite estimular el cerebro de forma natural para recuperar el funcionamiento cerebral y enseñarle a las neuronas una forma más eficiente de trabajo. Se le enseña a la persona como controlar de forma consciente la velocidad y la forma en cómo funcionan para tener un mejor desempeño y potencial en cada una de sus tareas. Para lograr la medición se debe de hacer a través de un electroencefalograma (EEG), se colocan unos electrodos en determinados puntos del cuero cabelludo que permiten visualizar la actividad del cerebro. La actividad del cerebro se puede leer en ondas, delta, theta, alfa, beta o gamma; dependiendo de las ondas que estén afectas es el "daño" que hay que reparar. Así también con esta lectura se enseña y entrena a una persona a actuar sobre sus ondas y ajustar su estado mental. Depende de donde se coloquen los electrodos es el registro de actividad cerebral que se tiene, por ejemplo si se utiliza en el lóbulo parietal se trabajara con dislexia, problemas de integración sensorial, retraso en el desarrollo, déficits en relajación mental y corporal.

Existen diferentes formas de neurofeedback, una de las más usada es el sistema de baja energía de neurofeedback (LENS), que es más utilizada en el tratamiento de disfunciones del sistema nervioso central, no curará la enfermedad pero aminora los síntomas. Se utiliza para tratar insomnio, estado de ánimo, ansiedad, funciones cognitivas (memoria, concentración, habilidad para aprender y leer), movimiento y energía.

En general el neurofeedback se puede utilizar para tratar diferentes padecimientos como déficit de atención, depresión, manejo del dolor, problemas del sueño, autismo, epilepsia, estrés, entre otros.

También existe una app llamada BrainTap que es una meditación guiada que ayudará a disminuir temas relacionados al estrés, dificultad para dormir, poca energía y otros desafíos de estilo de vida. Esta meditación ayuda a que las ondas de nuestro cerebro estén en equilibrio para así alcanzar un mejor estado de salud. Así mismo existe un libro llamado The brain that changes itself de Norman Doidge, MD que da una explicación mucho más profunda de que es la neuroplasticidad y como sus propiedades curativa funciona.

Si sueñas con ser capaz de transformarte, resolver problemas más fácil, aumentar tu capacidad de concentración, soportar condiciones de estrés o aprender algo nuevo la neuroplasticidad puede ser una buena opción para ti. Somos todas las experiencias y pequeñas cosas que vivimos todos los días, estamos en constante aprendizaje y desaprendizaje, podemos transformarnos en todo las veces que queramos, ser lo que queremos y reinventarnos en lo que más hemos querido. En Somos podemos ayudarte a comenzar con cambios de hábitos tanto alimenticios como de estilo de vida. Al realizar el test se te darán algunas recomendaciones pero también puedes agendar una consulta con una de nuestras especialistas para que te ayude a orientarte con este y muchos temas más.

fuentes

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK557811/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4960264/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4892319/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27697851/

https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-52742016000300004

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