¿Qué pasa si consumo ajo todos los días?
El ajo ha sido un ingrediente muy utilizado en la cocina alrededor de todo el mundo a lo largo de los siglos. Su potente sabor y olor lo caracterizan para darle ese toque tan especial a las preparaciones culinarias.
Se le conoce como una planta afrodisíaca, medicinal, repelente de vampiros, y por supuesto sazonadora de platillos. El ajo ha tenido muchos usos a lo largo de la historia; se dice que es la planta medicinal más utilizada.
El ajo es miembro de la familia de las cebollas y existen diversas variedades de ajo que son clasificadas normalmente por su color: blanco, negro, rosado, morado, colorado y café. Contiene vitaminas C y B6, manganeso, selenio y otros antioxidantes, especialmente alicina. A decir verdad, este último compuesto no se encuentra propiamente en el ajo hasta que este es masticado, machacado, o cortado. En el momento en que se rompe la estructura molecular del ajo, se unen dos sustancias y se genera la alicina.
La alicina es la responsable del fuerte olor y sabor del ajo. Esta sustancia desempeña un papel clave en la defensa de la planta contra sus atacantes: insectos, hongos y bacterias. Hoy en día, se han hecho muchos estudios científicos que reconocen propiedades antibióticas, antifúngicas y antivirales, además de conocer que proporciona beneficios potenciales para reducir la presión arterial, colesterol, y reducir el desarrollo y evolución de la diabetes.
Entonces, ¿Qué pasa si lo consumo todos los días?
Empezaremos con decir que se ha visto que en los países donde hay un consumo cotidiano de ajo fresco, como Francia e Italia, las enfermedades cardíacas son menos comunes que en el Reino Unido.
- Reducción de la presión arterial
Varios estudios clínicos sugieren que el ajo puede ayudar a reducir la presión arterial en un 80% de las personas con hipertensión. En varios estudios, el ajo redujo la presión arterial en individuos con presión alta.
Por otro lado, el ajo es particularmente útil para cocinar, ya que proporciona una alternativa a la sal para agregar sabor a la comida, junto con jugo de limón, chile, hierbas y especias. Comer menos sal es importante para evitar la presión arterial alta.
2. Reducción de colesterol
El ajo ha sido apreciado por sus efectos benéficos sobre el corazón y concentraciones de colesterol. En una revisión de estudios, el consumo de preparados de ajo durante al menos 2 meses redujo el colesterol total y el LDL, o colesterol "malo" en personas con colesterol alto.
Y no solo reduce el colesterol malo. En un estudio de 2017, 40 personas con síndrome metabólico que consumieron ajo machacado dos veces al día durante 1 mes, aumentaron significativamente su HDL, o colesterol "bueno".
3. Reducción de azúcar en sangre
Se ha visto que el consumo de ajo también tiene consecuencias benéficas en los niveles de azúcar en sangre. En varios estudios se vio que el consumo de ajo y los extractos de ajo, pueden reducir significativamente las concentraciones de azúcar en sangre, en ayunas.
4. Sistema inmune
El ajo contiene compuestos que ayudan al sistema inmunológico a combatir bacterias, virus, y hongos. Se ha visto que el ajo está involucrado en el aumento de la respuesta de lucha contra enfermedades vía glóbulos blancos que nos ayudan a protegernos ante virus, como por ejemplo, el de la gripe. Comer ajo con regularidad podría ayudarnos a prevenir o reducir la gravedad de los síntomas y ayudarnos a la pronta recuperación.
Estos y muchos otros beneficios tiene consumir ajo diariamente. Sin embargo, es importante mencionar que la generación de la alicina se produce a los 5-10 minutos de picar o machacar el ajo; pero después de esto, va sufriendo una degradación constante. Esto provoca que al cabo de unos días se haya perdido prácticamente por completo, por lo tanto, también sus propiedades.
Aparte del tiempo, el otro gran enemigo de la alicina, es el calor. Esta queda inactiva cuando es sometida a una fuente de calor intensa, por encima de 70ºC, en un corto espacio de tiempo, o sea unos minutos. Cuando cocinamos el ajo durante 6 minutos, lo calentamos 1 minuto en el microondas, o 15 minutos en horno, estamos comprometiendo la existencia de alicina en nuestro alimento.
La única forma de conservar las propiedades de la alicina, es comiendo el ajo crudo, ya sea cortado o triturado. Un buen truco sería, una vez cocinarlo en el platillo, si su elaboración lo permite, añadir al final un poco de aderezo con aceite y ajo en crudo. Esto servirá como potenciador del sabor y nos aportará todo el poder saludable de la alicina.
El ajo también se puede consumir en forma de polvo o extracto, a través de suplementos de ajo disponibles en el mercado. La mayoría de los estudios científicos sugieren beneficios similares, independientemente del modo en la que se consume.
El consumo de ajo, en determinada dosis y acompañado, tanto de una buena alimentación como de la práctica regular de ejercicio, nos permite mantener una buena salud y evitar enfermedades. Ahora sí, ¡El gran sabor del ajo nunca supo tan bien!
Fuentes:
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32836826/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25386977/
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- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26693740/