Omega 3 y depresión
Los omega 3 son un tipo de ácido graso poliinsaturado. Nuestro cuerpo puede sintetizar ácidos grasos saturados pero no tiene la capacidad de crear omega 3. Los más comunes son: ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).
Nuestro cuerpo también necesita omega 6 (otro tipo de ácido graso), para funcionar correctamente y prevenir enfermedades. La forma más común de omega 6 es el ácido linoleico que se encuentra en aceites vegetales, aceite de cártamo, carnes, aves y huevo. Desafortunadamente, estos se encuentran con más frecuencia que los omega 3 en la dieta; lo normal es tener un consumo 1:1 pero actualmente se consumen en promedio 20:1 (omega6:oemga 3). El tener un desequilibrio en ácidos grasos genera inflamación en todo el cuerpo y este a su vez puede causar: problemas digestivos, dolor en articulaciones, desórdenes mentales como depresión y disminución cognitiva.
Omega 3 y Depresión
Actualmente las enfermedades más comunes tienen que ver con la depresión. En un estudio realizado en Japón, los científicos observaron la fuerte correlación entre los niveles bajos de ácidos grasos omega 3 y los síntomas fuertes de depresión. Este estudio es uno de los más importantes relacionado a los omegas ya que la depresión es un problema de salud mundial en crecimiento. Lo que hace que sean considerados para complementar el tratamiento farmacéutico es que los omegas tienen compuestos antiinflamatorios.
Es recomendable que cualquier persona mayor de 40 años debe de tomar suplementos de omega-3 (por lo menos 1000 mg y que contenga EPA y DHA) sobre todo por el incremento de inflamación con la edad y el impacto que tienen los. ácidos grasos en la salud cardiovascular y metabólica.
Fuentes