Diabetes, ¿se puede prevenir?
La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica que se caracteriza por altos niveles de glucosa o azúcar en sangre. Esta condición suele estar relacionada con un mal funcionamiento de una hormona llamada insulina, la cual produce el páncreas y que se secreta principalmente después del consumo de alimentos (1).
Cuando comemos, los alimentos son digeridos y degradados a moléculas que funcionan como fuente de energía. La principal fuente de energía para nuestro organismo es la glucosa, es por ello que alteraciones en su regulación impacta negativamente en la salud (1).
Existen distintos tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1
- Esta condición está caracterizada por una deficiencia total de insulina y está relacionada con condiciones genéticas que alteran la producción de esta hormona en el páncreas.
Diabetes gestacional
- Esta condición se presenta en mujeres durante el embarazo, y suele estar inducida por alteraciones metabólicas propias de la gestación. Habitualmente es controlable, sin embargo existe un riesgo mayor a desarrollar diabetes en un futuro, tanto para la madre, como para el hijo o hija en la edad adulta.
Diabetes tipo 2
- Este es el tipo más común de diabetes ya que está relacionada principalmente con el estilo de vida, ya que se desarrolla por alteraciones en el funcionamiento y producción de insulina consecuencia de una mala alimentación, sedentarismo favorecida por el consumo de sustancias como alcohol y tabaco.
Acorde a la última encuesta nacional realizada en 2020, se estima que el 10.6% de la población en México vive con diabetes, siendo el sexo femenino el más afectado. Es importante resaltar que aproximadamente el 30% de los adultos que viven con esta condición desconocen su diagnóstico los hace más vulnerables al desarrollo de complicaciones crónicas por falta de tratamiento integral (2).
Dado que el desarrollo de diabetes tipo 2 está relacionada principalmente con hábitos alimenticios y de estilo de vida, es importante mencionar que se trata de una enfermedad prevenible. Si bien su presentación se considera multifactorial y puede estar influenciada por factores genéticos, ambientales y situaciones fisiológicas propias de cada individuo, se estima que hasta el 80% de los casos puede prevenirse si se lleva un estilo de vida saludable y una alimentación adecuada (3).
A continuación compartimos algunos puntos principales que se involucran en la prevención de esta enfermedad (4).
Una alimentación rica en fibra, frutas, verduras, grasas saludables así como un buen aporte de proteína de alta calidad son factores protectores contra la diabetes. Por el contrario una alimentación alta en productos ultraprocesados, azúcares refinados, sal así como el consumo de alcohol y tabaco se relacionan con alteraciones metabólicas que favorecen el mal funcionamiento de la insulina y por lo tanto, de la regulación de la glucosa, lo que desencadena, a largo plazo, el desarrollo de diabetes.
Hacer ejercicio de manera regular se relaciona con múltiples efectos positivos en la salud, disminuye la inflamación, mejora el metabolismo de los lípidos y la glucosa, favorece el desarrollo de masa muscular, libera la tensión y el estrés, además de que a nivel cerebral favorece la producción serotonina y endorfinas, sustancias química que brindan la sensación de bienestar y felicidad.
Altos niveles de estrés ocasionan la alteración de los sistemas hormonales, especialmente cuando existe elevación de cortisol. Esta hormona es producida por las glándulas suprarrenales y es la responsable de regular nuestro metabolismo en situaciones de alta tensión, es la encargada de la respuesta de supervivencia. Sin embargo, la elevación sostenida de cortisol está relacionada con alteraciones en los niveles de glucosa y lípidos lo cual puede desencadenar el desarrollo de enfermedades crónicas, como diabetes y dislipidemias. Es por ello que es importante la aplicación de herramientas que ayuden a gestionar el estrés, como la meditación, el movimiento físico, la escritura, el arte, etc. esto con la finalidad de enfocarnos en el bienestar integral.
Un adecuado descanso es indispensable para una buena salud metabólica. El desvelarse frecuentemente, dormir mal o bien el insomnio y otros problemas relacionados con una mala calidad de sueño pueden repercutir en nuestra salud física. La falta de descanso se asocia con alteraciones en la regulación de hormonas como el cortisol y la insulina, además existe mayor riesgo de presentar elevación en los niveles de glucosa y triglicéridos después de una noche de mal dormir. También el insomnio crónico se ha relacionado con alteraciones en la regulación de la presión arterial y otras enfermedades cardiovasculares que suelen acompañar a la diabetes (5).
En SOMOS contamos con protocolos de atención integral especialmente diseñados personas que viven con diabetes o que buscan prevenir la aparición de esta enfermedad.
Recuerda que la prevención siempre será el mejor método para estar saludable.
Referencias
1. American Diabetes Association Standars in Medical Care 2022
https://professional.diabetes.org/content-page/practice-guidelines-resources
2. Encuesta nacional de salud y nutrición 2020
https://fmdiabetes.org/encuesta-nacional-salud-nutricion-2020-covid-19/
3. ¿Qué es la medicina del estilo de vida y porque la necesitamos?
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-pdf-S0716864021000638´
4. Evidence for the prevention of type 2 Diabetes Mellitus
https://www.degruyter.com/document/doi/10.7556/jaoa.2018.158/html
5. Circadian Etiology of Diabetes Mellitus
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5899235/